Amparo Camacho, responsable de formación IEXP
Como parte de sus iniciativas de investigación, y en el marco del programa «HumanizArte», la Fundación San Juan de Dios ha desarrollado un proyecto que tiene como objetivo explorar las conexiones entre arte y salud, en el marco del cual se ha podido comprobar el impacto positivo de acercar las artes escénicas a personas con discapacidad.
En esta línea, acaba de iniciar otro proyecto cuya finalidad es humanizar los espacios de salud a través del arte, en el cual participan expertos de la Universidad de Salamanca y la Universidad Complutense de Madrid, y donde el Instituto de Experiencia del Paciente ha tenido el placer de colaborar.
En los últimos años, en el diseño de espacios e instalaciones de salud se ha comenzado a dar una creciente importancia a los elementos estéticos y al impacto que éstos pueden tener sobre el bienestar de los pacientes, e incluso en su proceso de recuperación.
Numerosos artículos e investigaciones han explorado la capacidad del espacio físico y sus características de influir en la salud de las personas, desde aquellos que simplemente tienen un impacto positivo, hasta los que se consideran salutogenéticos (es decir, generadores de salud).
En ese sentido, se hace especialmente importante definir y conocer esas características que ha de poseer el entorno sanitario para promover el bienestar de pacientes, pero también de familiares y profesionales.
Partiendo de las premisas de la sanidad participativa y el diseño centrado en paciente (bases metodológicas del Instituto de Experiencia del Paciente), los pacientes y cuidadores han de ser implicados, tan activamente como sea posible, en el diseño de actuaciones e iniciativas relacionadas con su salud y cuidado.
Con este objetivo, y en el marco del proyecto antes mencionado, la Fundación San Juan de Dios contó con el IEXP para facilitar una sesión de co-creación en la que participaron tanto pacientes como familiares y profesionales sanitarios de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Santa Clotilde de Santander, uno de sus hospitales de referencia.
Durante la sesión, pacientes y familiares, que voluntariamente habían accedido a participar, pudieron aportar ampliamente su visión sobre los diferentes espacios del hospital, y sobre las características ambientales que han de reunir los espacios de salud de cara a tener un impacto positivo sobre su bienestar.
Entre las aportaciones recogidas, cabe destacar:
Todos los participantes coincidían en la importancia que disponer de un espacio de bienestar puede tener sobre su salud. En línea con evidencia científica existente al respecto (ver referencia), los pacientes resaltaron que un entorno positivo, entre otras cosas, provoca:
Todos estos insights se incorporarán al proyecto de forma que se tengan en cuenta a la hora de diseñar y redefinir la decoración ambiental del centro. Una vez diseñada la intervención, investigadores del grupo FRAGILCARE evaluarán el impacto social y sanitario de la misma.
Para saber más sobre cómo aplicar el diseño centrado en paciente en la práctica, habrá varios talleres aplicados en el II Congreso de Experiencia de Paciente el 21 de Noviembre.
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